Destacada por sus salmónidos, Tierra del Fuego ha alcanzado reconocimiento mundial como zona de pesqueros exclusivos. En ríos y arroyos los ejemplares abundan y los paisajes fascinan, pero si existe algo que atrae como imán a los pescadores foráneos, son las legendarias “truchas de mar”, truchas que, tras pasar tiempo alimentándose en aguas saladas, retornan a sus ambientes naturales ostentando una apariencia monstruosa.
La puerta de entrada al paraíso de la pesca deportiva de salmónidos es la ciudad de Río Grande, “Capital Internacional de la Trucha” que atrae casi magnéticamente hacia sus aguas dulces a aficionados de todo el mundo. En tanto en Ushuaia, el deporte del pique constituye un importante anzuelo de visitantes, los que caen rendidos ante los codiciados ejemplares de las variedades de truchas existentes en estas costas.
Otro circuito de concreción obligada al llegar a estas distancias de Argentina es el circuito lacustre de Tolhuin y zona que, encabezado por la Laguna Negra -desafiante tanto por su misteriosa apariencia como por los salmónidos que desde sus aguas atraen a los pescadores aficionados-, se completa con la presencia dominante del Lago Fagnano y las múltiples alternativas turísticas del Lago Yehuin.
En la región central, donde se encuentran el Lago Escondido y las lagunas Bombilla, Margarita, Palacio y Santa Laura, también la trucha -en sus diversas variedades- es la presa segura.
Es importante recordar que en Tierra del Fuego se practica la pesca con devolución, y que la temporada se extiende entre el 1º de noviembre y el segundo domingo de abril.
Fuente: www.argentinaturismo.com.ar
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