En todo artículo de pesca dos características fundamentales de las varas son citadas repetidamente. Algunas veces se menciona una sola de ellas. Por ejemplo cuando hablamos de varas de acción de punta, nos referimos a las de acción extra rápida. Esta característica esta íntimamente ligada a la flexibilidad de la vara, pudiendo ser extra rápida, rápida, moderada o lenta.
Cuanto más lentas, más flexible son, y consecuentemente mayor el tiempo de reacción de la punta en volver a su punto inicial.
Una vara de este tipo es extremadamente atrasada con relación a la acción del pescador. Este atraso a su vez se trasmite a la línea y al anzuelo o artificial, restando potencia en el momento de la clavada. Podemos deducir que una caña de este tipo no es indicada para la pesca de especies de fuerte estructura ósea, que requieren un sólido y firme aferrón.
Sin embargo no siempre es indicada la utilización de extra rápidas y rápidas. Estas permiten una excelente clavada, pero no son apropiadas para lanzar en forma efectiva pesos livianos, como pueden ser señuelos.
Todas las acciones de las varas están íntimamente ligadas y deben ser tenidas en cuenta en el momento de la elección de acuerdo al tipo de pesca que se quiera realizar.
A modo de ejemplo hay que señalar que una vara blanda indicada para la pesca de pejerrey, que permite lanzar un máximo de 20 gramos, no deberá usarse para la pesca a fondo de grandes ejemplares, como corvinas, a riesgo de quebrarla. Los fabricantes recomiendan los pesos máximos a que se puede someter la caña en el momento de lance, normalmente indicados en onzas (1 onza = 28.34 grs.). Esto es, porque cuando se proyectó el producto, ya fue especificado para el tipo de pesca que estaba destinado, cuánto se puede flexionar y el límite de esfuerzo a soportar.
Todos estos datos los podemos encontrar impresos en la parte inferior de la caña, inmediatamente sobre el portareel.
Cuanto más lentas, más flexible son, y consecuentemente mayor el tiempo de reacción de la punta en volver a su punto inicial.
Una vara de este tipo es extremadamente atrasada con relación a la acción del pescador. Este atraso a su vez se trasmite a la línea y al anzuelo o artificial, restando potencia en el momento de la clavada. Podemos deducir que una caña de este tipo no es indicada para la pesca de especies de fuerte estructura ósea, que requieren un sólido y firme aferrón.
Sin embargo no siempre es indicada la utilización de extra rápidas y rápidas. Estas permiten una excelente clavada, pero no son apropiadas para lanzar en forma efectiva pesos livianos, como pueden ser señuelos.
Todas las acciones de las varas están íntimamente ligadas y deben ser tenidas en cuenta en el momento de la elección de acuerdo al tipo de pesca que se quiera realizar.
A modo de ejemplo hay que señalar que una vara blanda indicada para la pesca de pejerrey, que permite lanzar un máximo de 20 gramos, no deberá usarse para la pesca a fondo de grandes ejemplares, como corvinas, a riesgo de quebrarla. Los fabricantes recomiendan los pesos máximos a que se puede someter la caña en el momento de lance, normalmente indicados en onzas (1 onza = 28.34 grs.). Esto es, porque cuando se proyectó el producto, ya fue especificado para el tipo de pesca que estaba destinado, cuánto se puede flexionar y el límite de esfuerzo a soportar.
Todos estos datos los podemos encontrar impresos en la parte inferior de la caña, inmediatamente sobre el portareel.
Fuente: eldia.com.ar
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