martes, 27 de diciembre de 2011

Taruchas cordobesas para unas vacaciones en familia


Wilmar Merino
nos trae un nuevo informe
preparado para 
Viva la Pesca del Diario Popular


Cuando planificamos nuestras vacaciones generalmente tenemos que compatibilizar los gustos de los niños, la tranquilidad de nuestras esposas y por supuesto la posibilidad de desarrollar nuestra pasión, en este caso la pesca deportiva. Teniendo en cuenta que muchos de nosotros somos apasionados por los Pejerreyes y las Tarariras, les presento un lugar en donde podemos conjugar ambas especies, rodeados de mucha tranquilidad y confort.

Si bien este destino no cuenta con la difusión de otros lugares cordobeses, es bueno destacar las virtudes que posee, especialmente cuando uno planifica vacaciones en familia y quiere alejarse de los trajines cotidianos. 

Villa de Soto es un cálido pueblo de unos 10.000 habitantes, ubicado en Traslasierra, a unos 20 km. de Cruz del Eje, por la Ruta Nacional Nº 38.

Aquí, desde hace un par de años se emplazó el Complejo Turístico Barrancas del Río, con la intención de ofrecer un servicio de cabañas totalmente distinto a lo que existe en la región. En un amplio predio se emplazan las 5 cabañas en torno a una gran piscina, que en el verano es el deleite de los visitantes.

Cada cabaña cuenta con todo el equipamiento necesario para pasar unas agradables jornadas de descanso además, se ofrece el asesoramiento adecuado para poder disfrutar de la pesca deportiva.

Quienes somos amantes de la pesca de Pejerreyes, muy cerca se encuentra el Dique de Cruz del Eje, y a unos 10 kilómetros el Dique Pichanas. En ambos espejos es factible pescar Pejerreyes de tamaño mediano, tanto de embarcado, alquilando botes a remo, o bien pescando desde los murallones de estas represas.


En el caso del primero, lo ideal es salir bien temprano para lograr alquilar un bote, y en una media jornada se pueden conseguir gran cantidad de piques de pejes de todos los tamaños, predominando los de pequeño y mediano porte.


Furiosas tarus del Pichanas
En el caso del Dique Pichanas, a la pesca de Pejerreyes se le suma la atractiva pesca de Tarariras, en un ambiente de ensueño para cualquier pescador: aguas claras, palos y ramas semisumergidos y muchas piedras.
Aquí la clave es utilizar anteojos polarizados para ver las tremendas tarariras que custodian celosas sus nidos de huevos del ataque invasor de algunas Carpas de tamaño también grande. Lo ideal es utilizar cucharitas giratorias o spinners bait, y pasarlos lentamente cerca del hocico de la Hoplias, para ver el tremendo zarpazo que suelen darle.

Otra de las sugerencias son señuelos de media agua, y por supuesto los de superficie con hélices son los que terminan de enloquecer a los pescadores, viendo el tremendo ataque de las Taruchas a flor de agua. Los que mejores funcionan son los señuelos paseantes y con hélices, con mucho ruido o ratlings. Son los que mejor perturban a las tarus y los que más fascinan a los pescadores.

La pesca en el Dique Pichanas puede ser guiada por Martín Rodríguez, propietario del complejo, quien sólo ofrece este servicio a quienes estén alojados en sus cabañas, ya que no se ofrecen servicios de guías en la zona. Martín es un estudioso de la especie, y hace muchos años que pesca en las distintas bahías que se forman en el espejo de agua.

Su asistencia también puede estar acompañada de un buen cabrito asado a la vera del dique, cerrando una jornada 5 estrellas en un ambiente en donde uno parece estar en otro planeta, lejos de las señales de celulares, de los ruidos, y con el solo zumbido del suave viento que atraviesa los cerros para ponerle música al silencio.

Si todavía no se ha decidido por un destino para estas vacaciones, le recomiendo Villa de Soto, un lugar en donde encontrará la paz que todos necesitamos a esta altura del año, y la cual puede estar combinada con la majestuosidad de la naturaleza con aroma a peperina.

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