jueves, 5 de enero de 2012

Encanto ultraliviano” en desbordes de la Setúbal


El ultralight:
mas que opcion secundaria, un digno plan de pesca

Por WILMAR MERINO, para Viva la Pesca de Diario Popular.

Aquellos a los que nos gusta pescar no sólo una especie determinada sino pescar en general, a veces encontramos emociones en el tamaño de las capturas y otras en la situación de pesca. Esta es una nota del segundo caso: hicimos pesca con equipos ultralivianos en un ámbito distinto cobrando piezas inesperadas.

Ya es casi un lugar común decir que los equipos livianos hacen peces grandes.
Pero no le falta verdad a la frase, pues pelear con un cabeza amarga de medio kilo con una cañita Shimano Stímula ultraliviana y nailon 0,20 es todo un desafío, aunque no tanto como tratar de extraer del yuyal una tararira clavada con rana de goma que se hace fuerte debajo del planterío.

Convocados por los amigos de El Pato para sus festejos de fin de año y para sumarnos a una edición del programa radial Despierta Litoral, entre uno y otro evento nos quedaban apenas un par de horas disponibles para pescar.

Y así fue como nuestros amigos Ariel Robledo, Hugo Giardino y el mosquero Mario D’Andrea nos propusieron una escapadita hasta unos desbordes de la laguna Setúbal para entretenernos con equipos ultralivianos.

Estas lagunas, denominadas localmente como “Los Piletones”, quedan por ruta provincial número 1 hasta la localidad de Rincón, donde a la altura del Km. 10 veremos a mano izquierda los citados desbordes de la laguna Setúbal.

Buscamos una bajada, paramos el auto a unos 50 metros y armamos velozmente nuestros equipos junto a Néstor Saavedra, periodista amigo que nos acompañó en la salida.

El ámbito era soñado: un “piletón” de aguas quietas y claras, sin vegetación en derredor, con mucho mojarrín observable a simple vista y bulos de sabalitos y carpas por doquier.

Nos sugirieron trabajar el tiro de forma casi paralela a la costa, en la caída de la barranquita. Y no hubo que esperar demasiado para las primeras fotos.

Ariel Robledo clavó un hermoso cabeza amarga de medio kilo, de colorido intenso y con su gran ocelo en la cola (un falso ojo que confunde a los predadores).

No habíamos terminado las primeras fotos cuando Huguito Giardino avisa de una captura que le estaba dando batalla.
Su equipo estaba siendo exigido al máximo, y el pescador, viejo zorro en estas lides, aflojaba estrella sabiendo que pescaba al límite de sus posibilidades.

La ausencia de saltos nos confundía... ¿Sería un cachorrito?
La incógnita se develó pronto, pero aumentó nuestra sorpresa: se trataba de un sábalo que había tomado por boca una cucharita número 1 plateada.

Si bien es inusual que el sábalo ataque artificiales, no es la primera vez que ocurre que este curioso pez “pruebe” un artificial.

Las capturas de los cabezas amarga se reiteraron en todas las cañas, destacándose entre los artificiales una cucharita Wemps doble que tenía Robledo, quien generosamente nos pasó el artificial para que todos pudiésemos cobrar piezas.

Pequeños jigs con látex, spinners comunes y tipo vibrax en pequeño tamaño y hasta alguna cucharita ondulante chica rinden de maravilla en este ámbito. 

Otra gran emoción llegó por el lado del mosquero Mario D’Andrea, quien acaba de ser designado encargado de la promoción y desarrollo de políticas de Outdoors para la provincia de Entre Ríos.

Con sus “plumas” bien atadas, clavó doradillos, san pedros y ¡una carpa de 7 kilos! que pudo vencer tras una lucha endemoniada.
Perdió luego una tararira y logró un segundo dorado.
Todo apenas en una hora y media de pesca. 

Saavedra, otro gran amante de la pesca con artificiales, tuvo un pique impresionante y logró clavar un pequeño surubí que tras brava pelea se ganó su libertad al escaparse dejándonos sin foto.

El show final llegó con las infaltables tarariras, que parecían estar amontonadas en la única mancha de vegetación emergente que había en los 200 metros que trabajamos.

Allí clavamos unas cuantas con las ranas Highlander de Spinit, pero nobleza obliga, debemos decir que se nos fueron todas, pues se hicieron fuertes entre los yuyos para nuestros débiles equipos.

Vale la pena utilizar estos pesqueros como escuela con los chicos o aquel que hace sus primeras armas en la pesca con artificiales.

La ausencia de obstáculos permitirá al novato estar pescando con un modesto tirito de 15 metros. 

Pescadores avezados podrán variar del spinning al fly con igual suerte.

Unos y otros disfrutarán de una variedad inusitada de especies que todo amante de la pesca con artificiales sabrá paladear con justa razón.

Polarizados para pescar “a pez visto”: Para pescar “a pez visto” como en esta ocasión, nada mejor que contar con un buen lente polarizado, ya que debemos mirar el agua constantemente y el brillo del reflejo daña nuestros ojos.

El óptico Gustavo Miranda, colaborador permanente de nuestra página, explica cuáles son las ventajas de una buena lente polarizada en la pesca:
“Las lentes polarizadas poseen un filtro integrado en su superficie que separa la luz ´útil´ (rayos verticales) de la luz perjudicial para la visión (rayos horizontales), suprimiendo en ese momento el deslumbramiento y la incomodidad que esa luz reflejada genera.
Las lentes polarizadas son ideales para manejar y realizar actividades al aire libre, ya que otorgan gran seguridad, mayor contraste y confort visual.

Y quienes necesiten una graduación, acérquense a su óptica de confianza y soliciten que se les confeccione un lente polarizado de sol y con su aumento”.


E-mail: vivalapesca@dpopular.com.ar


Publicación declarada de Interés Turístico por la Secretaría de Turismo bonaerense según decreto Nº 381/2011

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