jueves, 2 de febrero de 2012

La lancha del pescador


Tandil Diario
nos trae una serie de
recomendaciones útiles al momento
de elegir una lancha

Si lo que nos gusta es la pesca deportiva, seguramente entre nuestros mayores anhelos debe estar la posibilidad de tener una lancha. No hay dudas que pescando embarcado se tienen muchas más posibilidades que pescando desde la costa.

La alternativa de ir cambiando de lugar, llegar a los sitios menos concurridos o alejados del bullicio hacen que la lancha sea casi la principal arma del pecador. Ahora bien, llegado el momento de adquirir una embarcación, cuál es la más conveniente.

La oferta es muy amplia y suele desconcertar al pescador que quiere comprar su primera embarcación. Por otra parte, el consejo de los "expertos" no siempre suele ser el acertado. "Una canoa con un motor villa es suficiente", "Yo pesqué muchos años con una piragua de fibra", suelen ser comentarios que escuchamos en más de una oportunidad. Hay dos aspectos a contemplar al momento de adquirir una embarcación:

Comodidad para desarrollar la actividad a bordo y navegabilidad. El primer punto lo podemos resumir en que los espacios para desplazarse deben ser amplios. La pesca es una actividad que generalmente se practica en compañía y en la que debemos maniobrar con cañas, aparejos, carnadas, equipo, ropa, etc. Por ello debe ser lo suficientemente amplia como para que ningún pescador estorbe al otro. Además debe permitir realizar toda la actividad de pesca sin poner en peligro la estabilidad. Tratar de pararse en una piragua puede ser el pasaporte directo al agua y la pérdida de todo el equipo, piragua incluida.

Además, el pescador debe tener en cuenta si lo que le gusta es hacer una salida en lancha solamente o le interesa acampar en la isla. En este último caso deberá llevar carpa, alimentos de camping, etc. lo que requerirá una lancha con más espacio. Una lancha con una eslora de 4,5 metros o más es el ideal para navegar nuestros ríos y lagunas y un motor fuera de borda de 25 caballos o superior. Recordemos que en los días de viento cuando se encuentra el río o laguna muy picado una embarcación pequeña puede resultar muy peligrosa. Los botes con motor tipo Villa o similar tienen la gran ventaja de que resultan más baratos y consumen muchísimo combustible menos que un motor fuera de borda, pero son muy lentos.

Por el contrario los motores fuera de borda son mucho más caros pero permiten mayor velocidad y por consiguiente mejor aprovechamiento del tiempo de pesca. No compre una lancha sin probarla en el río antes. Párese en la lancha y compruebe su estabilidad. Fíjese cómo navega aún cargada y el consumo de combustible. Es importante el peso de la lancha ya que algunos cascos son tan pesados que ponerlos o sacarlos del agua suele ser un trabajo de titanes. En general, para la pesca se prefieren cascos de proa abierta ya que permiten mejor circulación. La borda debe ser alta y el casco debe tener suficientes tambuchos como para guardar el equipo, ropa y carnada. Sólo compre una lancha que está matriculada y que tiene la posibilidad cierta de transferirla a su nombre. Caso contrario corre el riesgo de perder la lancha y su dinero.

Fuente: tandildiario.com

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