lunes, 7 de mayo de 2012

Un mes que no nos veiamos Faro Querandí y ya te extrañaba


 Un grupo de amigos en una escapada 
 que rindió sus buenos frutos 

por   Mariano Di Modugno
para  kmaujopesca.wordpress.com

Cuando un tiempo atrás me proponían incursionar en la pesca de mar, sin dudarlo, me negaba excusándome en que lo que a mi me gustaba era pescar con señuelos en el río… ¡Que equivocado estaba!

Hasta que pise el palito, y después de tanto insistirme Aldo (de K-Maujo Fishing) un amigo y compañero de pesca con el que hicimos varias locuras sobre el agua, logró convencerme. Fue así que allá por enero de 2011, pise por primera vez las arenas del Faro Querandí. Y hoy tengo decir que ya no hay vuelta atrás, aquel lugar logro atraparme. Con su mística, su magia, su paisaje, ese “no se que” que te genera estar ahí. Un lugar con incontables anécdotas, que nos invita una y otra vez que querer revivir alguna.

Así, sin mucho que pensar, organizamos la que sería nuestra próxima gran aventura. Ya con el otoño instalado, rumbeamos destino Faro en dos tandas.

La primera formada por Aldo, Lautaro (hijo de Aldo), Juan (mi viejo), Robert (amigo del trabajo) y quien suscribe, Mariano. Salimos el viernes 24 de marzo por la noche luego de algunos contratiempos. La otra tanda saldría el sábado, al aclarar el sol, y estaba formada por Guille y Norbert.

Arribamos a las playas del Querandí justo cuando Febo salía a saludarnos. El día arrancaba bastante frío pero pintaba espectacular, con el cielo libre de nubes y un mar planchado que realmente parecía un lago. Vientos de espalda favorecerían los largos lances. El lugar elegido fue unos cuantos kilómetros al sur del Faro.

Algunos se quedaron en la camioneta, descansando del largo viaje y esperando que suba un poco la temperatura, yo no pude resistir, desesperadamente desate los bártulos y arme el equipo para empezar a intentar pescar algo. No sin antes inmortalizar ese amanecer con algunas fotos.

La carnada la traería Guille al mediodía, ya que al llegar nosotros estaría todo cerrado. Pero igualmente llevamos un poco de acá para pasar esas horas. A medida que el sol calentaba un poco la fría mañana, las “bellas durmientes” por fin salieron de la camioneta, para así elegir un punto y armar el campamento.

Fue una ceremonia ordenar todo en la camioneta para que nada quede afuera, pero como todos sabemos, pero para vaciarla alcanzaron solo un par de minutos.

Rápidamente sacamos todo, al piso y empezamos a tomar unos ricos mates. En eso preparamos el equipo de tiburón y encarnando con el calamar que teníamos, Aldo se puso un traje de neoprene (que daba a conocer su figura tan trabajada) y con el kayak llevó la línea después de la segunda rompiente.

Pasado el mediodía llegaron Guille y Norbert, dos grandes amigos de la pesca, quienes además de carnada traían consigo una picada de otro planeta (como diría un gran amigo “de la nasa”).

Así que sin dejar siquiera que armaran sus equipos, armamos una mesita y ahí nos reunimos para disfrutar de la picada, en ese marco tan increíble que tenemos el privilegio de visitar.

Panza llena, corazón contento…Ahora ¡¡¡A PESCAR!!!…

Habían traído mucha carnada: langostino, calamar y anchoitas.

Plomos al agua y a esperar…

Norbert pico en punta con un pez palo, acto seguido una gaviota enredo una de sus alas en mi línea haciéndome cree que era el pique de mi vida…la acercamos a la playa y luego de un par de picotazos pudimos liberarla.

Luego de esto, con un encarne medio raro de Nobert y levantando un poco la brazolada, salió una pequeña raya que volvió al agua rápidamente.

El pique se presentaba muy pobre y esquivo, las demás cañas seguían sin respuesta y teníamos info que los demás pescadores estaban pasando por lo mismo.Un finde bastante heavy.

Párrafo aparte fue esta temporada, bastante brava e inconstante. Con muchos altibajos. Un mar que se presento por bastante tiempo con un tono verde claro y cierta transparencia, con una temperatura por debajo del promedio y con el agregado de que los “queridos” barquitos naranja pasaron y si siguen pasando muy cerca de la costa, barriendo no solo con los peces sino con el lecho marino y todos el alimento del resto de las especies. Esperemos esto se revierta y se respeten las normas vigentes.

Retomando, la tarde seguía su rumbo y venia la gran sorpresa. Robert, que por PRIMERA vez nos acompaño a pescar nos dejo sin palabras y con la esperanza por las nubes.

Había agarrado una caña que mi viejo hacia instantes había tirado, sintió un tiron en la línea y afirmo el pique. Claramente, nosotros pensábamos que se hacia el gracioso. Sin embargo, del añejo Escualo Bacota comenzaron a salir metros de nylon, la caña se arqueaba y tenia algún que otro cabezazo…No lo podíamos creer, un gran chucho que rondo los 9 Kg. Dejaba ver su silueta entre la espuma y la arena cercana a la rompiente.

Nos tomamos algunas fotos, no sin antes quitarle el aguijón tan característico y peligroso en esta especie.

Entre todo esto, Aldo y Norbert seguían armando líneas y fondeando en busca de algún tibu, que hiciera que salgamos corriendo a afirmar la caña, y escuchar esa melodía tan especial de la chicharra del reel sonando al compas del mar.

Luego de esto, Guille se alzaba con las primeras corvinas del día .La mayoría medianas pero siempre alguna que sorprendía con varios kilitos.

Mientras el sol se recostaba del otro lado, con las líneas en el agua, rápidamente armamos las carpas y el fogón. Guille comenzó a preparar la cena, el pollo al disco comenzaba a tomar vida. Como habíamos llevado un grupo electrógeno, con un par de luces portátiles y un buen reflector, iluminamos el campamento de manera ideal.

A todo esto, faltaba alguien, pero no tardaría en llegar. Una luz se veía acercándose por la oscuridad de la playa, si señores, era Ricardo K., nuestro gran amigo y anfitrión de estos pagos. Quien venía a compartir una pesca nocturna y a degustar la cena de Guille.

La cena tenía cada vez mejor pinta, Guille y Norbert seguían teniendo algunas capturas, y Richard encarnaba una anchoíta de banco para tirarle al tibu.

Sonó la campana, a comer. Al lado del fogón, el pollo al disco se llevaba los aplausos. La sobremesa y después algunos prefirieron ir a descansar, y otros intentar con la pesca hasta donde se pueda y el sueño reinante permita.

Con Guille y Norbert, a pesar del fresquito nocturno y el cansancio, decidimos hacer noche caña en mano, acompañados de unas reconfortantes jarras de café.

¡¡¡Que noche tete!!!… A Guille parecía haberlo tocado la varita y empezó a tener un pique tras otro, corvina, bagre, brótola, pequeños gatuzos y peces palo. Increíble verlo tener tantas capturas, y uno estando al lado, con la misma línea y el mismo encarne no tenia respuesta alguna. Seguramente, la distancia de tiro fue la diferencia… O, simplemente a veces le toca a uno, a veces a otro, otras a todos y otras a ninguno. Así es la pesca.

El cansancio y la poca respuesta que tuve con el pique me ganaron, venia de días escasas horas de sueño. Me despedí de los muchachos y a dormir un poco.

En el campamento, Richard continuaba al lado del fogón, respirando aire puro y disfrutando la paz del lugar. Buenas noches Richard dije y a la carpa.

El sueño pareció durar un instante, ni bien cerré los ojos, el tiempo pareció no existir y la alarma sonando me invitaba a salir, lastima que la programe un poco tarde y me perdí un amanecer de película.

Al salir, Norbert y Guille me contaron comos siguio la nocturna. Claramente,Guille habia seguido con la racha y Norbert tambien habia tenido respuesta.

Calentamos el agua, unos mates con bizcochitos y Richard se despedía.-“Nos vemos la próxima pibe”.

Como al mediodía ya teníamos que tener los pertrechos acomodados, dispuestos a emprender el regreso, el pique se había cortado y el viento paso de oeste a sur incrementando su fuerza. Desarme los equipos y decidí ponerme a castear a lo largo de la playa, aprovechando que estaba Norbert, quien practica longcasting y le saca buenos metros a su equipo.

Desarmamos todo, “intentamos” hacer que todo entre de nuevo en la camioneta, nos despedimos de Guille y Norbert, y comenzó el regreso.

Cuando sabes que te queda poco tiempo en ese lugar, como un nene chiquito que no quiere que termine, que le dice a los padres “un ratito más”, uno no quiere irse. Es que después cuesta tanto esperar la vuelta .Esa necesidad de escuchar el sonido del mar y ver a tu alrededor, donde solo hay agua, cielo, arena y Faro Querandí, sinónimo de grandes e inolvidables aventuras.


Equipos utilizados:

Frontal: Varas Temple de 4 mts.

Cañas en 2 Tramos Tsurikobo ,Corvette,Bando de entre 3.5 y 4 mts. Armadas con grandes pasahilos

Reels Escualo y Tica Scepter

Rotativo: Cañas en 2 Tramos, Okuma Longitude, Barracudas Acción 9, Surf Max, Century Kompressor,Tsurikobo Diamond Line.

Reels Abu Garcia 6500, Penn 525 Mag, Akios Shuttle LSI, todos con frenos magnéticos para evitar las “galletas”.

Penn Senator 12/0 para las líneas fondeadas de tiburón.

RECOMENDAMOS USAR UN NYLON DE DIAMETRO NO MENOR A 0,35 MM. SI BIEN CON OTROS MENORES SOBRA, ES MEJOR ASEGURARLO, RESIGNANDO METROS Y NO TENER CORTES INOPORTUNOS.

En esta oportunidad estuvimos probando el nuevo Kayaxion Wild Spirit, obteniendo resultados más que satisfactorios.


Servicios y Provisión de Equipos.

Taxi Faro Querandí: Todos aquellos que no dispongan de vehículos 4×4, Ricardo ofrece un servicio de Taxi con una tarifa accesible a todos.

Web: www.faroquerandirk.blogspot.com.ar

En Facebook : “Faro Querandí : Pesca de Playa. El foro del Faro”

TE: 02255 – 15 41 7178 E-Mail: taxifaroquerandi@gmail.com


Provision de equipos y accesorios:

K-Maujo Fishing: Av. Rolón 2826-Boulogne.

TE: 4735-8954 // 155-714-4479 // 550*16

Web: www.kmaujopesca.com


Algunas imágenes:

















1 comentario:

  1. TY POR INCLUIRME EN TU NOTA MARIANO, EN POCOS MESES LA REPETIMOS ABRAZO GDE!

    ResponderBorrar

Que te pareció esta nota ?