domingo, 18 de marzo de 2012

Cómo remar sin cansarse


 Quien efectúa sus primeras salidas 
 debe aprender a remar con soltura y cadencia 
 para no quedar agotado. 
 Cuál es la mejor postura 



Mantener el equilibrio y dominar la técnica de paleo constituyen los primeros desafíos de todo remero novel.

Normalmente, esto demanda meses de práctica para aprender y perfeccionar el movimiento. 
Es necesario efectuar estas remadas de bautismo en aguas calmas, de forma tal que podamos concentrarnos en mejorar la técnica sin temor al vuelco.

También ayuda practicar el movimiento en el aire para lograr la soltura y cadencia necesaria. 
Siempre tendremos presente que el movimiento de remada debe ser acompasado y con ritmo; nunca tensaremos los músculos en demasía. Si contamos con la ayuda de un instructor o remero avanzado, esto nos ayudará mucho más para mejorar la técnica.


Primeras salidas:
Es común que aparezcan dolores en la cintura, los hombros y el clásico adormecimiento de las piernas. Todas estas molestias –normalmente pasajeras– se deben a una técnica errónea. Es aconsejable sentarse en el cockpit en una buena postura a 45 grados y con el cuerpo hacia delante. Al momento de la palada hay que ayudar con el torso del cuerpo, rotándolo, para no efectuar una maniobra forzada. No debemos recargar la remada en la cintura apoyándonos exageradamente en la “riñonera” (ubicada en el tope bajo del kayak).


El paleo eficiente: 
Contra lo que muchos suponen, la remada no requiere de demasiada fuerza de la parte superior del cuerpo. Sí, en cambio, de un movimiento dinámico en donde todo el torso del cuerpo actúe al unísono. El cuerpo siempre tiene que estar relajado, aun las manos, el trapecio y antebrazos para evitar las contracturas. Efectuaremos un ritmo parejo de paladas: en un kayak de travesía y paseando no debería superar los 50 golpes por minuto. Tengamos en cuenta que la mayor parte del tiempo mantendremos el bote en movimiento a una velocidad crucero de entre 5 y 6 km/h.


La caja del palista
Esta idea del palista español Esteban Vicente consiste en ubicar en el cockpit una caja cuadrada imaginaria donde colocaremos el torso del cuerpo para evitar el balanceo. Todos los movimientos que efectúa el tripulante deben realizarse dentro de este límite. Uno de los errores típicos es rotar en demasía el cuerpo al momento de palear, lo que genera una extensión anormal del hombro que con el tiempo provoca lesiones. Debe quedar claro: trataremos que ningún movimiento en la remada se realice por fuera de la caja.


Cómo aplicar la fuerza:
Los kayakistas principiantes utilizan en demasía la fuerza de los bíceps y antebrazos. Normalmente, tiran de la pértiga a través del agua casi sin utilizar los otros grupos musculares. Reman de una manera rígida, con paladas cortas y enérgicas, y casi sin torsión del cuerpo. Hay que procurar usar paladas más largas y suaves. El palista experto emplea, además, todo los músculos del cuerpo y rota el torso. Esta palada es usada como palanca para mover el kayak hacia adelante utilizando un mayor grupo de músculos grandes, como los dorsales, el trapecio, los abdominales y los muslos. Eso le permite más energía con menor cansancio.

Fuente: Tandil Diario
 

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