El arroyo Palenque sigue con muy buenas capturas de lisas

 El mejor momento del pique 
 se registra después de las 6 de la tarde 

Ya estando en el mes de marzo, comenzamos a transitar las últimas semanas de la pesca de la lisa, sabiendo que en este mes siempre pican las más grandes. Por eso nos dirigimos a un lugar que nos venía ofreciendo muy buenas jornadas de pesca, tanto en cantidad como en calidad: el arroyo Palenque.

Acompañado por Daniel Arrosagaray, Daniel Estévez y Daniel Pavoni partimos de la ciudad de La Plata por avenida 44, tomamos la Autovía 2 hasta la localidad de Dolores, ahí empalmamos la ruta 63, al llegar a la ruta 11 doblamos a la derecha (hacia el sur) hasta el kilómetro 281 y medio, donde nos encontramos con el puente del arroyo Palenque.

Una vez que cruzamos el puente debemos dejar el vehículo en el monte que esta sobre nuestra izquierda.

Con el vehículo estacionado, comenzamos a caminar hacia el puente, donde unos metros antes hay un sendero que nos lleva a la costa del arroyo.

Al llegar tarde los lugares no eran muchos, pero por suerte encontramos un desplayado vacío, cerca de unos amigos de Buenos Aires, que estaban desde temprano y ya tenían un par de lisas.

El día era el ideal, mucho calor, poco viento, presión baja y un poco de tormenta que se mezclaba con el sol, y lo más importante, mucha cantidad de lisas.


Elementos de pesca

Comenzamos a preparar los equipos con cañas de 4 metros, reeles frontales cargados con multifilamento del 0.18, líneas aéreas y también chiripa, con brazoladas que no superaban los 20 centímetros, y anzuelos marca Owner número 1 de la serie 5115.

Como carnada habíamos llevado panza de lisa y peceto vacuno coloreado de rojo, y también lombriz colorada y lombriz dedo.

Una vez que armamos los equipos, arrojamos las líneas en diferentes direcciones, ya que las lisas estaban por todos lados, y después de un rato, Daniel clavó la primera, que superó el kilo y medio, con aérea y peceto, pero el tiempo empezó a transcurrir y las lisas no picaban.


Capturas

Hacia las 18 a lisa se largó a comer; a esta altura del día, muchos pescadores ya se habían ido del lugar con las manos vacías, pero nosotros y Osvaldo con sus amigos nos quedamos y tuvimos nuestro premio, porque las lisas comenzaron a picar y empezó la diversión, con ejemplares que llegaron a los 2 kilos de peso, siendo el chiripa, encarnado con lombriz la combinación más efectiva a la hora del pique.

De a poco el sol fue cayendo y sabiendo que la lisa no iba a comer más, comenzamos a desarmar los equipos; contentos por la pesca realizada y por haber pasado una linda jornada de pesca junto con amigos.

Como consejo hay que decir que si se realiza la pesca de lisa, hay que tratar de esperar hasta la caída del sol, ya que es una hora muy buena para que pique; y también llevar todas las carnadas posibles, ya que ese día picó en su mayoría con lombriz, pero días anteriores había picado con peceto.

Fuente: El Día de La Plata